Teniendo en cuenta que los pacientes de acné tienen una mayor tendencia a la infección por la bacteria, el tratamiento con LEDs o IPL de forma regular puede ayudar a los pacientes con acné a controlar los rebrotes.
Además, los láseres tienen un efecto térmico y esto puede producir la destrucción o por lo menos la disminución de la producción de las glándulas sebáceas. El objetivo de estos tratamientos es disminuir la secreción sebácea, para ello existen diferentes equipos siendo los equipos de láser fraccionado no ablativo (Starlux 1540nm) los que están ofreciendo resultados más prometedores.
Estos equipos producen remisiones del acné bastante prolongadas en el tiempo, por lo tanto es una alternativa muy eficaz para muchos pacientes.
Los láseres nos ofrecen la ventaja de tratar dos de las causas del acné, su combinación con otros tratamientos tópicos es posible y recomendable en muchos pacientes.
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