Los tejidos y detalles brillantes, así como las lentejuelas, están presentes en la mayoría de vestidos, sobre todo, para las bodas en la noche. Pero también se pueden lucir por el día. La clave está en no abusar de los complementos, es decir, no recargar mucho el look con accesorios.
Los tonos pastel combinados con brillos y lentejuelas, siempre en corto, quedan ideales para bodas por el día.
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