- Lo más importante es un cambio gradual de hábitos basado tanto en la forma de comer, como en la cantidad y calidad de los alimentos. Con un correcto equilibrio de nutrientes se asegurará tanto la prevención de enfermedades como una buena calidad de vida.
- Hay que evitar largos períodos de ayuno. Es aconsejable comer pequeñas porciones en forma fraccionada y con alimentos variados, ya que cada uno aporta diferentes nutrientes que el organismo necesita ir incorporando y cuya ausencia puede ocasionar una enfermedad carencial. Las consecuencias de hacer una o dos grandes comidas al día se traducen en:
- Aumento del colesterol
- Mayor tendencia a formar grasa
- Alteraciones en el metabolismo de la glucosa
- Mayor tendencia a formar grasa
- Alteraciones en el metabolismo de la glucosa
3. Elegir todos aquellos alimentos que sean bajos en grasa y colesterol :
- Lácteos descremados
- Limitar el consumo de huevos, usando principalmente las claras
- Incorporar pescado en sus comidas
- Controlar los aderezos grasos (aceite, mayonesa, crema)
- Disminuir el consumo de frituras
- Reducir productos de panadería y confitería
4. Aumentar el consumo de fibra (vegetales, frutas, cereales, legumbres y panes)
5. Disminuir el consumo de azúcar. Elija como postres, yogures, frutas frescas, compotas o postres helados bajos en azúcar.
6. Reducir el consumo de sal, (es preferible salar los alimentos después de la cocción)
7. Beber abundante cantidad de líquidos ( si es posible hasta 2 litros por día incluyendo infusiones y caldos desgrasados)
Si se bebe alcohol hacerlo con moderación (Mujeres: 1 vaso por día, Hombres hasta 2 vasos por día)