Hay que mantener equilibradas la ingestión de alimentos (energía) y el consumo de energía (actividad física). Cuando comes más de lo que necesitas para tus actividades diarias, la energía excedente se almacena en forma de grasa. Resulta muy fácil entender este principio, pero muy difícil ponerlo en práctica.
El ejercicio regular, unido a unos hábitos alimenticios sanos, constituyen el mejor enfoque para controlar el peso.
El ejercicio regular, unido a unos hábitos alimenticios sanos, constituyen el mejor enfoque para controlar el peso.