El láser fraxel no requiere de una anestesia infiltrada, bastará con una crema de aplicación tópica. Los rayos penetran en forma de puntos luminosos a través de la piel, provocando una renovación de la piel envejecida por medio de la regeneración de las diferentes proteínas de la piel.
Cada sesión dura entre 30 y 45 minutos y la persona puede tanto afeitarse como maquillarse al día siguiente.
El rejuvenecimiento de la cara completa suele costar unos 600 euros.