El hipotiroidismo favorece la disminución del gasto de calorías y la retención de líquidos.
Algunos otros síntomas que podrían presentarse son cansancio, piel seca, pérdida de cabello, sensibilidad al frío, dolor articular, debilidad muscular y depresión.
Para hacer el diagnóstico se miden los niveles de hormonas tiroideas en sangre. En caso de que se confirme el diagnóstico, su medicó prescribirá alguna dosis de hormonas tiroideas por vía oral hasta alcanzar un nivel normal.
En cuanto a la dieta, la clave está en aumentar los alimentos que hagan que el metabolismo vaya más deprisa y evitar aquellos que lo ralenticen.