Cuidados básicos:
- Protege tu piel del sol: aunque los expertos recomiendan que te expongas a la luz del sol alrededor de 15 minutos cada día para sintetizar correctamente la vitamina D (que juega un importante papel en la absorción del calcio, tan necesario para tus huesos), no olvides utilizar protección solar adecuada a tu tipo de piel, y evitar el sol desde las doce de la mañana hasta las cuatro de la tarde.
- Mantén la hidratación: utiliza cremas indicadas para hidratar la piel de cara y cuerpo. Para prevenir la deshidratación y alargar la juventud de la piel, es conveniente que empieces a cuidarte mucho antes del climaterio. Beber dos litros de agua al día, y limitar el consumo de cafeína y alcohol, también mejorarán la hidratación de tu piel.
- Sigue una dieta equilibrada: que contenga mucha fruta y verdura, y que aporte vitaminas, sobre todo A, C y E, que protegen contra los radicales libres.
- Incluye fitoestrógenos: como las isoflavonas de soja, en tu dieta, porque tienen actividad estrogénica, y constituyen un tratamiento hormonal natural, como alternativa a la terapia hormonal sustitutiva, que aunque mejora el deterioro de la piel también presenta ciertos efectos secundarios.
- Exfolia tu piel regularmente: para facilitar la eliminación de células muertas y limpiar los poros de impurezas, además de estimular la renovación celular.
- No fumes: el tabaco, además de ser perjudicial para la salud, daña la piel y le resta vitalidad y luminosidad.
- Practica ejercicio: que no solo te ayudará a prevenir la osteoporosis, sino que mejorará la circulación sanguínea, contribuyendo a que tengas una piel más saludable.
- En tu higiene personal: utiliza productos que respeten el pH de tu piel y no resequen, prestando especial atención a la higiene íntima, ya que la vagina se atrofia y disminuye la secreción de flujo, lo que la hace más susceptible a contraer infecciones. Es conveniente que los cosméticos sean hipoalergénicos para prevenir la aparición de alergias o irritaciones.