Los masajes reductores tienen efecto en las áreas rebeldes, ya que la presión y movimientos específicos que conlleva contribuyen a movilizar la grasa acumulada para que ésta fluya hacia el sistema linfático y sea más fácil quemarla, además contribuye a disminuir la retención de agua al eliminarla a través de la orina.
Los masajes reductores actúan sobre el tejido conjuntivo, ayudan a mejorar la irrigación y el drenaje linfático y venoso con el objetivo de movilizar la grasa acumulada en la zona en la que se encuentra para poder moldear el cuerpo.
Deben complementarse con un incremento en la
actividad física y llevando una dieta balanceada.
La cantidad de sesiones necesarias a las que debe someterse una persona dependerá tanto de la técnica y equipos utilizados para dar el masaje como del centro de estética que se escoja, también hay que tener en cuenta que cada caso es particular y se comienza a ver los resultados tras la cuarta o quinta sesión.