Existen otros métodos de eliminación de tatuajes, como son la dermoabrasión, mediante la cual se eliminan las capas de la epidermis posibilitando que desaparezca el tatuaje; también la salabrasión o abrasión salina, que consiste en lijar la zona tatuada, pero en su lugar os quedará una magnífica cicatriz.
Otro método consiste en un estiramiento de la piel, que requiere una intervención quirúrgica, y que sólo se recomienda en pequeños tatuajes, ya que nos dejará una cicatriz lineal. Por último, la escisión, técnica por la cual se van cortando zonas de la piel en varias sesiones, y deja muchas cicatrices.
Los más difíciles de eliminar son los tatuajes de color, por ejemplo, los amarillos. Y decir también que, mientras más viejo sea el tatuaje más fácil será eliminarlo.