Algunas manchas de la piel sólo se quitan con la
cirugía láser.
En este campo hay que diferenciar entre las
manchas congénitas y las
cicatrices producto de algún accidente (huellas de golpes, picaduras, etc). Cada uno de estos tipos requiere de
una o más cirugías especiales según sea su gravedad.
Para las marcas de nacimiento se suele recurrir al
láser de colorante a pulsos, que proviene de una lámpara eléctrica que arroja
destellos de luz de gran energía sobre las partes afectadas. La tonalidad del colorante dependerá de la mancha a tratar y la intervención solo requiere de anestesia local (pero se puede necesitar más de una).
Si las manchas son por cicatrices, lo primero es
revisar su color, tamaño, relieve (si es abultada o plana) y si produce dolor o comezón. De acuerdo a ello, la cirugía láser -similar a la de manchas congénitas, pero con destellos de luz distintos- irá acompañada de otros tratamientos como
inyecciones con esteroides y
vendas.
En ambos casos el resultado final dependerá de cómo el
cuerpo reaccione a la operación, aunque por lo general es muy positivo.