En los adultos, el acné afecta, especialmente a las mujeres adultas, ya que son las que más desajustes hormonales tienen, pasada la pubertad. Esto ocurre especialmente durante el embarazo, la menstruación y la menopausia.
Los cambios en las hormonas, especialmente en la testosterona, producida en las mujeres por los ovarios y en los hombres por los testículos, son los que ocasionan que las glándulas sebáceas se alteren, produzcan más grasa y hagan que la piel se vuelva más propensa a la aparición de acné.
Las mujeres mayores de 33 años de edad tienen una tasa más alta de erupciones perimenstruales en comparación con las mujeres de 20 a 33 años de edad. Lo más rápido son los anticonceptivos, que surten efecto el mismo mes que empiezas a tomarlos o el siguiente. Al inhibir la ovulación provocan que el nivel de hormonas permanezca más constante. Los casos más graves suelen tratarse con antiandrógenos.
