Con la cavitación, se pretende reducir celulitis y grasa localizada desde la primera sesión y de forma no
quirúrgica.
El
termino cavitación hace referencia al fenómeno derivado de la
aplicación de ultrasonidos a baja frecuencia. El objetivo de emplear cavitación es incidir sobre el tejido
graso, destruyendo los adipocitos y logrando que éstos liberen el
contenido graso acumulado. Esta tecnología logra esta acción lipolítica
de manera segura y no invasiva.
Después de someterse a un tratamiento de cavitación, alrededor de un 10% a un 20% de los desechos lipídicos son llevados al hígado que vuelve a metabolizarlos y los convierte en adipocitos.
Por esta razón, se aconseja hacer
ejercicio, para que el ATP producido por la catabolización lipídica sea utilizada por el músculo en forma de energía y no para la biosíntesis de los triglicéridos.