Está demostrado que las mujeres que están constantemente estresadas engordan más. Por un lado, porque recurren a la nevera para calmar los nervios y, por otro, la tensión hace que el organismo libere más cortisol, la hormona del estrés, y esto provoca que las células grasas, sobre todo de la cintura, aumenten su tamaño.
Para mantener a raya tu estrés, puedes salir a caminar a última hora de la tarde, practicar pilates, o respirar varias veces profundamente.
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