- Siempre que estés sentada contrae fuertemente los glúteos y al hacerlo, aproxímalos entre sí.
- Cuando estés de pie, relaja las rodillas de manera imperceptible; gíralas hacia fuera en un gesto apenas visible y muy controlado, y al hacerlo, contrae los glúteos; con la práctica podrás realizarlo sin que nadie se percate.
- Cuando estés de pie, despega el pie derecho del suelo, carga el peso de tu cuerpo sobre la pierna izquierda y aprieta fuertemente el glúteo izquierda; cambia de pierna. Realízalo de manera imperceptible.
- Al nadar lleva siempre los glúteos contraídos fuertemente.
- Al andar, al despegar el talón de la pierna que está atrás, contrae el glúteo correspondiente.
- Al estar por casa: algunos de los desplazamientos que realices, hazlos andando de lado y a grandes pasos; realizarás así abducciones y adducciones, movimientos en los que el glúteo medio es responsable.
- Por casa, playa o el campo: anda hacia atrás y al hacerlo contrae el glúteo correspondiente a la pierna que se desplaza. Practicarás así la extensión de piernas. Si puedes escoger, opta por el terreno con relieve: subir y bajar cuestas solicita el glúteo en mayor medida que el tereno llano.
Consejos para tonificar el trasero sin esfuerzo
Una serie de gestos cotidianos a lo largo del día pueden contribuir extraordinariamente a la tonificación de los glúteos y a la reducción de su grasa muscular:
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