La micropigmentación consiste en aplicar color en la piel mediante la implantación de pigmentos hipoalergénicos con una durabilidad de uno a varios años en distintas zonas del rostro y cuerpo con el fin de conseguir intensificar la mirada, irradiar fuerza y juventud y añadir expresividad al rostro, resaltando ojos, pestañas y labios. Para ello se utiliza un dermógrafo (una especie de bolígrafo con agujitas muy finas) con el que se realiza el tratamiento.
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