¿En qué consiste la bioestimulación?

La bioestimulación recupera la vitalidad y elasticidad perdida de la piel para conseguir un rostro con una tersura y apariencia más joven. Es una de las más modernas técnicas de regeneración celular y rejuvenecimiento facial.
Consiste en tomar una pequeña muestra de la sangre de la persona, se separa de ella la fracción de plasma donde se encuentran las plaquetas y se le vuelve a infiltrar después. Dentro de las plaquetas se encuentran los factores de crecimiento celular, por lo que su inyección en la piel aumenta de forma natural la producción de sustancias como el ácido hialurónico, el colágeno o la elastina, componentes básicos de la estructura dérmica. Al tratarse de un producto extraído del propio cliente no existe ningún tipo de riesgo.
Se puede aplicar en rostro, cuello, manos, escote y brazos.
Los resultados se empiezan a notar aproximadamente a los 21 días ya que es el tiempo que necesitan los fibroblastos para aumentar la producción de la cantidad de colágeno y elastina.
Este tratamiento no dura más de 45 minutos y se recomienda repetirlo una o dos veces al año.